Ilmo. Sr. D. Santiago Gimeno Llop
Nonaspe, Zaragoza, 4-VIII-1952. Escultor.Estudia en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, de la que es, a partir de 1989, profesor de Talla en Piedra y Madera.
Becado por la Diputación Provincial de Zaragoza, 1988, participa en el Taller de Escultura en Piedra de Calatorao, I y IV, y obtiene en 1992 el Premio Isabel de Portugal. Asiste al curso debate, La escultura española actual: una nueva dimensión, dirigido por Francisco Calvo Serraller y celebrado en la Universidad Menéndez Pelayo.
Desde 1988, piedra de Calatorao y hierro, juntos o por separado, así como pigmentos, neón y otros materiales, son la base para unos comienzos de riguroso ascetismo formal que continúa ejecutando en perfectas composiciones. Símbolos y formas ancestrales, hipotéticos altares rodeados por un impenetrable cielo azul, reduccionismo a dos placas y los inicios de componentes arquitectónicos, son esenciales características, elementos arquitectónicos que se dan hasta 1992, de manera que aparecen arcos de medio punto, escaleras conducentes al vacío o hacia pasarelas que unen tres cuerpos verticales con arcos.
De 1993 a 1998 incorpora elementos industriales de metal, que combina, si es necesario, con alabastro, piedra caliza, madera o cristal. Obra que por sus formas, huecos cual ventanas, círculos configurados por varias obras filiformes y conos, poseen un matiz simbólico.
Lo realizado en 1999 mantiene dos líneas que jamás se estorban, pues mantienen una completa unidad formal realizadas por el mismo autor. Son, las líneas, como variantes partiendo de la geometría. Cabe recordar, por citar un ejemplo, que la escultura Del mediodía, de 1995, es una rigurosa geometría cuya superficie se altera por sugerencias espaciales. Es un rectángulo vertical, cual base y un cuadrado. Una de las líneas, por tanto, sigue dichas coordenadas por su ascetismo, según acontece con Del mar, que encierra una excepcional contención al servicio de una impresionante rigurosidad. Otra de la líneas, sin embargo, tiene elementos simbólicos a través del laberinto, los cajones misteriosos conducentes hacia cualquier misterio, las ruedecillas inservibles, etc.
Por supuesto que existe una tajante geometría al servicio de una abstracción invadida con majeza e internacionalidad por dichos símbolos. El conjunto de su obra corresponde a un escultor en constante perfeccionamiento, que tiene una elegancia oculta pocas veces superable.
Fuente: GEA
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