Bagüés es una población situada junto a Bailo, allá por las altas Cinco Villas, que es ampliamente conocida por poseer una iglesia de la que salió para el Museo Diocesano de Jaca un hermoso conjunto de pintura mural que cubría sus paramentos y que se trasladó a lienzo cuando trabajaba por estas tierras el restaurador catalán Gudiol. Era un testimonio del hacer pictórico del siglo XI, estudiado por los profesores Borrás y García Guatas, que estaba llamado a convertirse en la estrella de ese importante museo que se estableció a mediados del siglo XX en los espacios anejos al viejo claustro románico de la catedral de Jaca.

Pero, aquello que parecía ser historia del pasado, se ha convertido en actualidad, pues se ha descubierto la existencia de más restos de las primitivas pinturas románicas que adornaron esta iglesia dedicada a los santos Julián y Basilisa, allí donde los arreglos posteriores las dejaron fuera de la vista de sus habitantes. Todo ocurrió con ocasión de unas obras de consolidación en zonas de cubierta y gracias al cuidadoso interés que mantiene por esta iglesia nuestro académico correspondiente don Rafael de Miguel, doctor en urbanismo por la Universidad de Paris.

Es un ejemplo más del interés de los componentes de esta Corporación por vigilar y acrecentar el patrimonio cultural conocido; una tarea que en este caso se vio y, hay que decirlo, firmemente arropada por el interés que desde el primer momento mostró por el asunto el Director General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, don Jaime Vicente.

Nuestro académico, el doctor de Miguel, ha posibilitado una actuación que seguro culminará con la recuperación de los restos pictóricos in situ, acompañada quizás de la ubicación en esta iglesia de Bagüés de un método de lectura que permita a los visitantes recuperar la magnificencia de este templo en la alta edad media, allá por el reinado de Sancho Ramírez de Aragón.