Ilmo. Sr. D. Pedro Giralt Crespo
Zaragoza, 15-VIII-1943. Pintor y escultor. Se forma en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, en el Instituto Internacional de Pintura Mural y Cultura Románica de San Cugat del Vallés y en los Talleres de Conservación y Restauración de Obras de Arte y Objetos Artísticos. En 1961 Beca Instituto Internacional de Cultura Románica, en 1965 y 1966 Beca Francisco Pradilla de la Diputación de Zaragoza y en 1965 Beca Granada E.S. de BB. AA. Ha realizado numerosos trabajos de restauración y conservación en museos. Miembro fundador del grupo Azuda 40.
Pintor muy prolífico por su gran capacidad de trabajo, apoyado por una excelente técnica. Muy buen dibujante. Etapas como pintor: En 1964 personajes enigmáticos, impersonales, de gruesa anatomía y algo deformes, destacándose en un primer plano y sin perspectiva. Sienas y ocres. En 1965 remarca el aire chinesco de los rostros, al mismo tiempo que variadas formas penetrantes «modelan» las cabezas. Uso de tierras, arena y polvo de mármol con óleo sobre tela. Durante 1966 y 1967 las figuras corresponden a un realismo crítico, mientras que en 1968 nace una serie expresionista erótica de vivo color, para interesarse, en 1969 y 1970, por trabajos experimentales de carácter cinético.
De 1971 a 1973 vuelve a un refinado erotismo con desnudos que tienen como fondo a grandes planos deformes o geométricos, muchas veces rodeados de naturaleza. Luz, intenso cromatismo y sugerentes veladuras. Si a veces un desnudo femenino se mostraba sin cabeza, a finales de 1973 aparecen sus característicos tubos, que invaden parcialmente la superficie o se integran a las figuras, dándole a la obra una entonación mecanicista y de alienación.
Ya en 1974 y 1975 se observa una materia no pictórica en tonos apagados y surgen unas expresionistas figuras alargadas y deformes de las que destacan los ojos inmóviles. En 1976 vuelve a la utilización del intenso colorido que ya no abandonará, al servicio de diferentes planos que sirven de fondo y por los que se mueven personajes y obsesivos ojos.
A lo largo de 1977 los soportes están orlados por cristales y partidos por la mitad, mientras que la materia presenta rugosidades junto con la rabiosa gama cromática. Las figuras ya no son protagonistas, para quedar de ellas unas leves y pequeñas sombras negras alargadas, permaneciendo numerosos ojos y senos. En 1978 mantiene lo afirmado para 1977, exceptuando los cristales que rodeaban el soporte y la representación abstracta de las figuras, siempre dentro de un expresionismo.
La representación del desnudo femenino y masculino, juntos o por separado, que rodea por una palpitante naturaleza vegetal o deja en su propia condición, es una constante que mantiene hasta el año 2000. Desnudo con toda su realidad que, en ocasiones, tiene unas fascinantes alas de mariposa, como en la exposición de 1989 titulada «Serie erótica, pornográfica y concupiscente». Partiendo de un impactante color, una de las claves reside en los excepcionales fondos que envuelven a las figuras. Grandes espacios o primeros planos se rodean de cabras y perros volando, caballos y mariposas, elefantes, así como una acogedora vegetación. Los cuerpos, en su esplendorosa naturalidad, tienen unos rostros que encierran muy variados sentimientos.
Como escultor su primera obra es en 1978, justo una madera basada sobre el cartón de Goya El Quitasol. La primera exposición que le define es en 1979, con obras de madera barnizada. Mantiene las constantes de su pintura, con pleno dominio del volumen y un matizado expresionismo con irisaciones surrealistas. Con frecuencia nace un marcado tono dramático.
Fuente: GEA
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